Bonita NO!!!!

Odio la palabra "bonita". A ver si puedo aclarar: si nos remontamos tiempo atrás, no mucho, unos tres o cuatro años (y siendo muy generosos con el flash back), apreciaremos que el término bonita no era de uso común en los hablantes del castellano rioplatense. Sí se podía escuchar en zonas del interior del país, muy al norte, o de países aledaños. También pertenecía al léxico de zonas latino y centroamericanas, las podíamos oir en las telenovelas provenientes de esos sitios. Pero acá, en Buenos Aires, conurbano, provincia, capital, zona norte, sur, este y oeste, la palabra no se usaba.
Hasta hoy.
En la actualidad el término implica y encierra toda una filosofía machista de la más extremista y acérrima. Bonita ha surgido como vocablo de uso común en las páginas de citas, en los chats, msn, mensajes de texto y lamentablemente se ha extendido su aplicación en conversaciones reales cara a cara.
El espacio Es lo que hay, querida amiga lectora, se ve en la obligación de alertarte: cuando un hombre te dice bonita es porque:
- no se acuerda tu nombre
- se acuerda tu nombre pero se le confunde con otros nombres de mujeres y tiene miedo de pifiarla
- es pirata
- no te considera ni linda ni fea: avivate, un tipo cuando te considera linda no te dice bonita sino "yegua", "potra", "bestia", "cuandoteagarroteparto", "tepartocomounapizza", "sosuncaño", etc. Si te considerara fea no se tomaría el tiempo en hablar con vos porque, como se aclaró en el punto anterior, un pirata no pierde el tiempo en vagayos.
- además de vos, está chateando/mensajeándose/hablando/viendo a muchas otras bonitas, la palabra en si responde a tu carácter pasajero, prescindible, descartable, superfluo, poco importante en su vida.
De todas formas, que te llame de esa manera no debería ser un aliciente para tu autoestima, es preferible ser linda o fea definitiva y temperamentalmente, pero el término medio, mediatinta, niunacosanilaotra de bonita no es digno. Ser bonita es no ser nada específico, es un ni: ni esto ni aquello, una nada, ni fu ni fa. Y lo peor: aceptarlo es ser cómplice de una ideología que no nos considera ni nos respeta, nos utiliza, nos subestima.
Antes fieras que bonitas